La aventura de los molinos es una de las más famosas de Don Quijote, pues tras unos blancos molinos que de forma perezosa mueven sus aspas, Quijote ve “desaforados gigantes” y arremete contra ellos con el noble fin de “quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra”.
En un paisaje donde todo es llano, donde todo se muestra de manera clara y sencilla, vemos a lo lejos la imponente imagen de los molinos que se van agigantando conforme nos acercamos. ¿Acaso en semejantes tierras no podemos soñar con las más gloriosas aventuras?
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